No había Internet, por lo que las facilidades que encontramos ahora (recetas online, video tutoriales, programas de cocina...) no existían, y cada uno cocinaba según su pasado familiar, sus recetas y trucos de toda la vida. Ahora, todos podemos ser unos buenos cocineros gracias a los medios que Internet ofrece.
En YouTube, podemos encontrar numerosos canales de usuarios que se dedican a subir vídeos haciendo diferentes platos de comida y pinchos, y en otros, aparecen incluso, clases de cocina. Dos ejemplos destacados podrían ser:
Los blogs tampoco se han quedado atrás.
Fuera del mundo audiovisual, que también puede ser incorporado en los blogs y que, de hecho, es fundamental para que este triunfe, el blog ofrece algo que YouTube no ofrece, esto es, escribir. En los blogs puede desglosarse cada receta punto a punto, de manera fácil y sencilla, exponer cada ingrediente que se va a utilizar sin tener que pausar un video o rebobinarlo e incorporar fotos de cada paso. Además, y para esto sí que es bastante útil y completo, puede incorporarse un video resumen del proceso. Algunos blogs de ejemplo pueden ser Mi cocina de todos los días o Bloc de Recetas.
Pero estas facilidades también crean problemas. Mucha gente deja de usar su imaginación y recurre siempre a medios online, por lo que las recetas acaban siendo la mismas.
¿Dónde quedan ya esas lentejas y croquetas de la abuela?
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