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lunes, 21 de octubre de 2013

King África en Rio - ja


El pasado sábado 12 de octubre, acudí a un evento en la capital riojana. El ayuntamiento de Logroño, junto con la Asociación de Hosteleros de la Calle Laurel y Norma Disco Club se propusieron organizar por primera vez, un festival al que decidieron llamar “Carnaval en Rio-ja”. Consistía en una fiesta temática llena de color, fantasía y mucho ritmo, que empezó a las siete de la tarde y no terminó hasta las seis de la mañana del día siguiente. Comenzó a la hora acordada en el puente de Hierro de Logroño, cruzando el río Ebro. Un gran desfile acompañado de tambores, trompetas, carrozas, pasacalles, charangas y gogós, partió de esa zona y recorrió, al ritmo de samba y música brasileña, el casco antiguo, la Calle Sagasta, Bretón de los Herreros y Portales, hasta llegar a la calle Laurel. Además de la fiesta, que ya estaba más que asegurada, King África, más que conocido por su rotundo éxito caribeño “Bomba”, fue la estrella invitada.
El pistolero de booomba
Además, pude seguir el evento muy de cerca, ya que conseguí meterme en el equipo de organizadores. El desfile era mágico. Los niños miraban a sus padres con cara de sorpresa, con la boca abierta, atónitos al ver disfraces tan originales y coloridos, corrían a por los caramelos que se lanzaban desde las carrozas y sonreían mientras señalaban con el dedo al personaje que más les gustaba, nunca habían visto nada igual en su ciudad. Los más atrevidos se dedicaban a dar torpes pasos de baile al intentar moverse al ritmo de los tambores. La fiesta continuaba y el desfile se detuvo en la calle Laurel. Todas aquellas personas que visitaran esta calle, disfrazadas de brasileños, recibirían una especie de pasaporte con el que podrían asistir a la discoteca Norma de manera gratuita por la noche. Este pasaporte tenía que ser sellado en cinco bares diferentes de la zona al consumir en cada uno de ellos una copa de vino. Con los cinco sellos y con un buen disfraz, el pasaporte serviría como una entrada gratuita a la sala de fiestas, en la que, aparte de recibir una caipirinha gratuita, actuaría a partir de las tres de la mañana King África, por lo que no fue de extrañar que la mayoría de la gente llevara gorros, sombreros o chisteras verdes y amarillas, desde los más pequeños, hasta los más exuberantes y voluminosos, y además, el pasaporte en la mano.

Presentación del logo del festival
Tuve la oportunidad de hablar con el propio artista minutos antes de su actuación y le pregunté acerca de su opinión sobre la ciudad, la gente y el ambiente de esta, a lo que él me respondió que Logroño le había parecido una ciudad muy acogedora, bonita y, curiosamente, fiestera. En la rueda de prensa sobre el evento, que se celebró el mismo día del desfile por la mañana, a la cual pude asistir, el portavoz de la Asociación ZonaLaurel, Javier Pérez, destacó la vocación de aportar algo “distinto, alegre y animado en estos tiempos, en los que buena falta hace”. Para otro de los organizadores, Ricardo Arambarri, “la fiesta es un evento diferente, que en esta época del año, en la que las bodegas tienen muchas visitas, aportará un punto gracioso y divertido. Lo que queremos es que la gente se lo pase bien y se ría”. Además, el propietario de la discoteca, Diego Elías, explicó:  “aportar algo diferente a la noche logroñesa, con fiestas temáticas como esta, es todo un acierto”. La Calle Laurel se llenó de colorido y música durante todo el día y los pinchos tuvieron un papel fundamental a la hora de satisfacer los paladares de los que participamos del festival.

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