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lunes, 16 de septiembre de 2013

El origen del tapeo

Los españoles siempre hemos destacado por nuestras costumbres. Famosos por las juergas que nos pegamos en todos y cada uno de los rincones del país, pues siempre hay algo que celebrar. También llama la atención nuestra querida siesta después de comer, que es sagrada. Se dice que somos extremadamente cariñosos por la forma en que nos saludamos, con abrazos y besos, cuando en Japón, por ejemplo, esto lo ven obsceno, descortés y anti-higiénico, por lo que se limitan a inclinar un poco la cabeza. En fin, tradiciones.

Pero, sin lugar a dudas, una de las costumbres que más ha llamado la atención siempre han sido las tapas. Antes o después de comer, haya hambre o no, si te tomas una caña, esta ha de ir acompañada de algo de picoteo, un pincho o una tapita. Es indispensable. Dato: La tapa y el pincho son cosas distintas, pues aunque ambos son pequeñas porciones de comida, la tapa suele ser algo más elaborado que requiera cuchillo y tenedor, mientras que el pincho suele servirse con un palillo. Ahora bien, ¿y esto por qué? Pues existen varias versiones, casi todas relacionadas con alcohol, cómo no. Una de ellas cuenta que al rey Alfonso X el Sabio, que se encontraba enfermo, le mandaron unos copazos de vino al día para lidiar con su malestar y, claro, lo que hizo el rey para evitar convertirse en el bufón de la corte fue acompañar el vinillo con algo de comida, que así le sentaba mejor al monarca y se evitaba momentos embarazosos. Otra versión es que la tapa es la solución que encontraron los reyes católicos a las hordas de borrachos que salían noche tras noche de las taberna y los problemas que estos causaban. También son protagonistas Isabel de Castilla y Fernando de Aragón de otra versión, que cuenta que una vez, estando sus majestades en una taberna, había tal cantidad de moscas que el rey pidió una loncha de jamón para tapar su vaso y que el tabernero le dio acompañado de un sarcástico comentario: "Aquí tiene su tapa, majestad". Me pregunto si aquel hombre acabó en el patíbulo, con lo quisquillosos que eran por aquel entonces los soberanos...Siendo realistas, supongo que la tapa, o el pincho, surgió por el hambre que entraba al mediodía, cuando aún quedaba bastante para comer, pero siempre queda mejor cuando el origen es alguna vieja historia.

En fin, venga de donde venga esta costumbre, el caso es que desde hace mucho acompañamos nuestras bebidas con algo de picar, que así entra mejor, si no que se lo pregunten al rey Alfonso X.

Isabel Esparza Celorrio.

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