Aquel lunes que teníamos que juntarnos una serie de alumnos para crear un blog grupal yo andaba un poco perdida. Llegué tarde y además no sabía con quien ponerme. Por suerte a dos compañeros les faltaba una persona y yo me puse con ellos. En el momento de decidir el tema surgieron varias ideas: Cine, música, cultura, viajes... No sé si fue el hambre o las ganas de merendar, pero el tema ganador fueron los pinchos. Sí, los pinchos. Decidimos hacer un blog gastronómico sobre pinchos y tapas. He de admitir que la idea no me ilusionaba en absoluto, pues la cocina no es algo que me apasione, pero era lo que se había decidido y sobre ello debía escribir. Así que en cuanto llegué a casa me apresuré a hacer la
primera entrada para quitármela así cuanto antes. A medida que pasaron las semanas el tema me fue gustando más y más y, al contrario de lo que pensé al principio, supe defenderme bastante bien y escribir sobre tapas y pinchos.
Escribir en un blog grupal es una experiencia gratificante, pues además de conocer a la gente, aprendes a ser una persona responsable, ya que tus actos repercuten en los demás integrantes del grupo. Gracias al tema escogido he aprendido mucho sobre cultura gastronómica y nunca está de más saber cosas nuevas. Además, el hecho de escribir sobre algo que no te gusta y no te inspira te obliga a tirar de la imaginación y así he conseguido llegar a escribir con las mismas ganas y la misma ilusión sobre el
Concurso Nacional de Pinchos y Tapas como podría escribir un post criticando el maltrato y abandono de animales, que es un tema sobre el que puedo hablar durante horas.
A modo de conclusión, formar parte de un blog temático es algo que te ayuda a formarte profesionalmente y personalmente, independientemente del tema que sea.
Estas fueron mis entradas publicadas: